...Por: David Andrés Casilimas Díaz...

martes, 26 de febrero de 2013

Reflexiones accidentales II: encuentros inesperados y tercera Ley de Newton


The things I’ve made, “in a way, was like building something. 
So that I wouldn't forget the details of the time that we spent together.
You know, like just a reminder that... that once we really did meet, 

you know, that this was real... this happened”.


Iba cayendo, había alcanzado una velocidad constante… probablemente ese hecho creó la sensación de estar estable de nuevo, estático. Cuando apareciste en el horizonte, la forma en que me mirabas y las cosas que decías sugerían un acercamiento vertiginoso, pero sólo cuando se amplía el marco referencial es posible describir más acertadamente un fenómeno. Por eso con tu presencia empecé a dudar sobre mi condición.

Descubrí poco a poco que si bien tú te movías con una trayectoria, yo también llevaba la mía y aparentemente los trazados se intersecaban. La masa presente en cada uno de nosotros empezaba a generar una aceleración minúscula, acercándonos, y esa fuerza era tanto mayor conforme disminuía la distancia a la que nos encontrábamos. La inercia desaparecía lentamente, y de cierta forma eso nos daba felicidad.

A veces creo que en los momentos previos al choque éramos como un par de estrellas  binarias orbitándonos simultáneamente con velocidad y proximidad creciente.

En el contacto entre dos cuerpos toda fuerza aplicada de uno sobre el otro implica una fuerza igual con sentido opuesto por parte del segundo, ¿Pero que pasa tras el contacto? Si nos quedamos con esta pequeña explicación parecería que hablamos de una anulación del movimiento, pues aparentemente las fuerzas se encontrarían en equilibrio. Es preciso entonces regresar a la segunda ley de Newton:

F1 = m1 * a1


Ya sabemos que la fuerza ejercida sobre cada cuerpo es exactamente la misma, sin embargo, el movimiento posterior depende en gran medida de la masa de cada uno dado que ésta no varía. Es en la aceleración en la que se aprecia un diferencial debido a la cantidad de materia.

Ciertamente sobre cuerpos libres se pueden encontrar variantes entre dos tipos extremos de choque. Uno, elástico, en el que toda la energía cinética es conservada y la aceleración despejada para cada uno de los entes se observa conforme a la resultante vectorial en un diagrama de cuerpo libre, alejando a los participantes entre sí. El otro, inelástico, en donde la energía cinética es completamente disipada en términos de calor o gastada en la deformación de los cuerpos causando una fusión de los mismos y una trayectoria común.

El incremento de la energía interna y las grandes modificaciones que sufrimos tras nuestro breve encuentro me hacen pensar en que inevitablemente nuestro choque fue predominantemente inelástico. Sólo ampliando más el marco de referencia a escala temporal sabremos en que porcentaje lo fue.

Al menos yo siento que, de alguna forma, continúo ligado a ti.

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