...Por: David Andrés Casilimas Díaz...

jueves, 14 de febrero de 2013

El Cielo es una Ilusión


Bien sea azul profundo, marmolado por las nubes o negro moteado de estrellas, el cielo ejerce una fascinación inmensa sobre nosotros. Ha sido el hogar de un sinnúmero divinidades y en él se encuentra el paraíso de muchas culturas humanas. Tal es el encanto que genera, que “tocar el cielo con las manos” es una de las expresiones de júbilo más intensas cuando se logra un sueño.

Pero el firmamento está muy lejos y es muy difícil alcanzarlo, quienes desde Ícaro han intentado llegar a él saben  el riego que se corre. O, ¿Será que no es así?... ¿Qué es el cielo?

El cielo es una ilusión.

Es así porque entre más subamos menos lo encontramos, porque nos dejamos confundir por esa vastedad azulada que sugiere un final. El aire simplemente se hace menos denso hasta fundirse con el “vacío” del universo. Y lo más importante, ese aire nos rodea.

Dice el poeta brasileño Manuel Bandeira:

“A criança olha
para o céu azul.
Levanta a mãozinha.
Quer tocar o céu.

Não sente a criança
Que o céu é ilusão:
Crê que não o alcança,
Quando o tem na mão.”

Yo creo que a todos nos pasa lo mismo con frecuencia, tenemos nuestros sueños como algo lejano, como esa ilusión azul inalcanzable. Estiramos las manos intentando rozar la felicidad siquiera con un dedo y no nos damos cuenta que nuestro sueño puede, en ocasiones, estar no sólo en nuestra mano sino rodeándonos por completo.

Yo sigo lanzando avioncitos al cielo para que lo recorran haciéndole cosquillas, dejándole mensajes de mi parte. Extiendo mis brazos y siento la brisa que le responde a mi piel diciendo “aquí estoy… envolviéndote”.

Ahí sé que así parezca que estas muy lejos, estoy contigo…
y soy feliz.

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