Hoy las imágenes están borrosas, creo que abrí demasiado el
diafragma. ¡Demonios! ¡Demonios! No te vayas todavía. Seguro si disminuyo la
concentración puedo evitar la sobreexposición. Eso es lo malo de perder el
control, tomas y tomas fotos pero no te das cuenta que el rollo no se ha movido
de lugar. Estás tan afanado por retratar y capturar lo que acontece que le
prestas más atención a la mira de la cámara que a lo que está ocurriendo. Y
cuando revelas las fotos sólo son manchas blancas. Y cuando intentas recordar
sólo llegan fugaces fotogramas mezclados entre sí. El momento ya no está.
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